Emilio Cebrián Ruiz


Emilio Cebrián Ruiz es un músico y compositor que nació en Toledo, el 30 de julio de 1900 y falleció a los 43 años en Liria (Valencia), el 3 de octubre de 1943.

Fue miembro del Cuerpo Nacional de Directores Civiles, nació en la Mezquita del Cristo de la Luz, museo del que sus abuelos eran conserjes ingresando en 1915 en la Música de la Academia de Infantería de Toledo y, al año siguiente, ocupó plaza de Clarinete segundo en la Orquesta del Teatro Rojas, de la que al poco sería nombrado subdirector.

A su frente demostró el gran talento artístico del que estaba dotado y completó sus estudios musicales en Madrid, con Emilio Vega, director de la Banda de Alabarderos, quien le propuso ingre¬sar como subdirector en la Banda de la Guardia Civil, ofrecimiento al que rehusó.

Hasta su nombramiento como director de la Banda Municipal de Jaén en 1932, dirigió en Toledo los Coros del Colegio de Huérfanos Militares María Cristina y la Banda de La Lira.

En Talavera de la Reina, donde realizó una gran labor, reorganizó la Banda Municipal, con la que obtuvo en Toledo el Primer Premio de Bandas Civiles de 1961 calificandose de gigantesca su etapa al frente de la Banda Municipal de Jaén, a la que colocó entre las mejores de España.

En 1933 mostró interés por participar en la oposición convocada para cubrir el puesto de director de la Banda Municipal de Sevilla, a lo que renunció tras conocer la intención de la Asociación Nacional de Directores de impugnar la convocatoria.

Su muerte, signada por la tragedia, le sorprendió en Liria (Valencia) donde su hermano Francisco dirigía la Banda Primitiva, en el que ambos tenían que dirigirla pero la lluvia obligó a trasladar el concierto a un local cubierto, con tan infausta fortuna que, poco antes del comienzo, se asomó a un balcón que carecía de balaustrada y cayó al exterior golpeándose en la cabeza con el borde de la acequia que rodeaba al edificio, falleciendo instantáneamente.

La conmoción que el suceso causó en el pueblo fue indescriptible y allí fue enterrado hasta que, años después, sus restos fueron reinhumados en su Toledo natal.

Dedicó "Nuestro Padre Jesús" (1935), su obra cumbre en el género de la música procesional, al Cristo jiennense del mismo nombre, conocido popularmente como "El Abuelo" y cuya hermosa composición incluye como contrapunto en su trío final un fragmento del "Himno a Jaén", cuya autoría corresponde también al propio Emilio Cebrián.

Las restantes marchas que compuso fueron: "Cristo de la Sangre" (imagen del pueblo toledano de Torrijos), "Macarena" (1943, Esperanza Macarena de Sevilla), "Jesús Preso" (1943, de Jaén) y "María", marcha cuya existencia se conoce por medio de su hermano Francisco.
La fuerte atracción que sobre él ejercía Sevilla le impulsó a dedicarle la bella pieza de guitarra "Recuerdo a Sevilla", que estrenó el afamado guitarrista flamenco "Niño Ricardo".

Fue autor también de pasodobles, marchas militares, canciones ligeras e himnos, entre los que pueden citarse los de Jaén, Granada, Úbeda, Arjona, Talavera de la Reina y Toledo.

Recibió numerosas condecoraciones, entre las que cuentan la de la Real Academia de Bellas Artes de Toledo, la de Caballero de la Orden de la República, la de Socio de Honor de la Cruz Roja y la de Mayordomo de la Cofradía de Nuestro Padre Jesús.

A título póstumo le fueron tributados numerosos homenajes, entre los que figuran los de Jaén, Lliria, Talavera de la Reina (Toledo) y Toledo, donde le dedicaron calles.

En 1993, al cumplirse el cincuentenario de su muerte, le fue tributado un nuevo y sentido homenaje en Jaén como prueba de que en la ciudad del Santo Reino no se le olvida.

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