Cesáreo Gabaráin Azurmendi fue un sacerdote y compositor español de canciones litúrgicas que nació en Hernani, 16 de mayo de 1936 y falleció en Anzuola, 30 de abril de 1991 siendo reconocido como el compositor de música litúrgica en lengua española del siglo XX más cantado siendo traducidas a otros idiomas, e incluídas en libros de cánticos de distintas denominaciones cristianas.
Tras pasar su niñez en su localidad natal, con solo diez años ingresa en el seminario menor de Zaragoza, donde recibe los primeros estudios musicales.
En 1952 pasa al seminario mayor de San Sebastián, donde es ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1959. Se encarga de la capellanía del Colegio de Hermanos Maristas de Anzuola.
En 1964 ocupa la capellanía de la residencia de mayores Zorroaga de la capital guipuzcoana, pasando en 1966 a la del Colegio Chamberí de Hermanos Maristas de Madrid, donde empieza a componer.
En 1980 es nombrado coadjutor de la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves, en la misma ciudad, y responsable de formación religiosa en el Colegio San Fernando.
Gran deportista, se le conocía como el cura de los ciclistas, poseía el título de entrenador de baloncesto, y era amigo de grandes futbolistas. Fue también hombre solidario y entregado a los demás.
Su repertorio roza las 500 canciones siendo un incansable cultivador de la música religiosa al servicio de una liturgia renovada ya que una de sus preocupaciones era que la melodía fuera, según él, orejable, es decir, que se entendiera fácilmente para que todos pudieran cantarla. Sus obras se inspiran en los sentimientos y acciones de los más humildes y capturan muchos de los más profundos sentimientos del espíritu humano.
Como reconocimiento a su trabajo en la música religiosa, Juan Pablo II lo nombró capellán de Su Santidad y Consiguió también un Disco de Oro pero lamentablemente murió de forma inesperada antes de cumplir 55 años, en 1991, cuando estaba en plena madurez.
Entre sus marchas procesionales destacan "La Muerte no es el Final" o "Pescador de Hombres", instrumentandose muchas de sus canciones para Banda de Música y Agrupaciones Musicales destacando "Vienen con Alegría" o "Juntos como Hermanos".
Tras pasar su niñez en su localidad natal, con solo diez años ingresa en el seminario menor de Zaragoza, donde recibe los primeros estudios musicales.
En 1952 pasa al seminario mayor de San Sebastián, donde es ordenado sacerdote el 19 de diciembre de 1959. Se encarga de la capellanía del Colegio de Hermanos Maristas de Anzuola.
En 1964 ocupa la capellanía de la residencia de mayores Zorroaga de la capital guipuzcoana, pasando en 1966 a la del Colegio Chamberí de Hermanos Maristas de Madrid, donde empieza a componer.
En 1980 es nombrado coadjutor de la parroquia de Nuestra Señora de las Nieves, en la misma ciudad, y responsable de formación religiosa en el Colegio San Fernando.
Gran deportista, se le conocía como el cura de los ciclistas, poseía el título de entrenador de baloncesto, y era amigo de grandes futbolistas. Fue también hombre solidario y entregado a los demás.
Su repertorio roza las 500 canciones siendo un incansable cultivador de la música religiosa al servicio de una liturgia renovada ya que una de sus preocupaciones era que la melodía fuera, según él, orejable, es decir, que se entendiera fácilmente para que todos pudieran cantarla. Sus obras se inspiran en los sentimientos y acciones de los más humildes y capturan muchos de los más profundos sentimientos del espíritu humano.
Como reconocimiento a su trabajo en la música religiosa, Juan Pablo II lo nombró capellán de Su Santidad y Consiguió también un Disco de Oro pero lamentablemente murió de forma inesperada antes de cumplir 55 años, en 1991, cuando estaba en plena madurez.
Entre sus marchas procesionales destacan "La Muerte no es el Final" o "Pescador de Hombres", instrumentandose muchas de sus canciones para Banda de Música y Agrupaciones Musicales destacando "Vienen con Alegría" o "Juntos como Hermanos".
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